El sabio y el alacrán

El sabio y el alacrán 

Había una vez un monje sabio que paseaba junto a su discípulo en la orilla de un río. Durante su caminar, vio cómo un alacrán había caído al agua y se estaba ahogando. Tomó la decisión de salvarlo sacándolo del agua. Pero una vez en su mano, el animal le picó.

El dolor hizo que el monje soltara al alacrán, que volvió a caer al agua. El sabio volvió a intentar sacarlo, pero de nuevo el animal le picó provocando que le dejara caer. Ello ocurrió una tercera vez. El discípulo del monje, preocupado, le preguntó por qué continuaba haciéndolo si el animal siempre le picaba.

El monje, sonriendo, le respondió: “La naturaleza del alacrán es la de picar, mientras que la mía no es otra que la de ayudar”. Dicho esto, el monje tomó una hoja y, con su ayuda, consiguió sacar al alacrán del agua y salvarlo sin sufrir su picadura.

Nuestra naturaleza humana nos impulsa hacia el bien. Pero es nuestra decisión mantenernos fieles a ella, en cada decisión que tomamos y en todo lo que hacemos. Hay que ser precavidos, pero nunca dejar de ser quienes somos ni actuar en contra de lo que somos.

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