Un camino a la libertad

Lic. Arturo Balderas Rangel

Un camino a la libertadEl crecimiento personal

El objetivo central del ser humano es la felicidad. Fuimos creados para ser felices. Esta felicidad plena, total la alcanza el hombre a través del ejercicio del amor. Amar, sin embargo, no es sentir bonito, sino buscar en todo hacer el bien, buscar siempre el bien propio y el del prójimo. Es fundamental hacer el bien en todo momento, lo cual no significa hacer sólo lo que nos gusta o lo que los demás quieren. Amar es elegir, entre el bien y el mal, hacer el siempre el bien, lo adecuado, lo bueno, aunque sea pesado, difícil o desagradable.

La libertad y el amor

Para amar, para elegir hacer el bien siempre, la primera condición es la libertad. Sin libertad no se puede elegir y sin capacidad de elección el amor es imposible. El ser humano es libre cuando puede elegir, cuando puede decidir entre varios caminos posibles, el que es adecuado y bueno recorrer. La libertad es un don que debe ser conquistado.

Para que el hombre sea libre es absolutamente indispensable que tenga sus capacidades desarrolladas. En su interior debe haber desarrollado toda una serie de capacidades que le permitan hacer cosas diferentes de acuerdo a cada situación: una percepción justa de la realidad, capacidad para distinguir y discernir, suficiente serenidad interior para no elegir en forma compulsiva o exagerada, capacidad para juzgar adecuadamente a los demás, capacidad para diseñar varias alternativas de acción y claridad para elegir la mejor, firmeza interior para mantener los compromisos hechos y la palabra empeñada.

Si sólo sabe hacer una sola cosa, si sólo puede actuar de una sola manera, no podrá elegir, pues siempre tomará la misma decisión, estará atado a esa única decisión. Es decir, estará esclavizado por un solo modo de ser o de decidir y por lo tanto no será libre ni podrá amar ni ser feliz.

Capacidades y recursos personales

Para que el hombre sea libre necesita desarrollar una variedad de habilidades o recursos. Esta variedad es equivalente a un artesano que dispone de una gran cantidad de herramientas y que en su momento, puede elegir usar la más adecuada. Si el artesano tiene pocas o sólo una herramienta, sus posibilidades de éxito se reducen drásticamente.

En el interior del hombre están todas las capacidades que necesita para afrontar con éxito los retos que la vida le presenta. Estamos llenos de talentos y hemos recibido todos los que necesitamos.

Sin embargo, estas capacidades nos han sido entregadas como potencia, como posibilidad, como semillas. Para que se transformen en verdaderos recursos o herramientas que puedan ser utilizadas, es necesario usarlas, cultivarlas, ejercerlas. Y esto se hace solamente con la práctica.

Problemas u oportunidades

Los problemas, las dificultades, los retos de la vida son los caminos ordinarios a través de los cuales nuestras capacidades van creciendo y desarrollándose hasta madurar plenamente. Los problemas cotidianos nos presentan lo oportunidad de desarrollar una o varias de nuestras capacidades.

Estas capacidades se ejercitan enfrentando los retos y problemas de cada día. Son como músculos que sólo crecen y se desarrollan mediante el ejercicio. Si no se usan no crecen. Cada problema que se nos presenta es la oportunidad de ejercitar una capacidad concreta. Al usarla, se desarrolla y al desarrollarse esa capacidad, crecemos y disponemos cada vez más de mejores herramientas para afrontar cada vez con más éxito los retos de nuestra vida. Este ejercicio lo tenemos que hacer nosotros. Nadie puede sustituirnos.

Y en ese éxito y en ese crecimiento radica una de las mayores fuentes de felicidad del ser humano, sobre todo porque al disponer de mayores capacidades, estamos en condiciones de amar cada vez más y cada vez mejor. Y el amor nos va haciendo cada vez más felices.

Las capacidades básicas

La falta de recursos suficientes hace que nuestra vida esté llena de problemas y dificultades sin resolver. A menores recursos mayor la incapacidad para trabajar adecuadamente, para relacionarse sanamente con los demás y para vivir una vida sana y productiva. Por el contrario, una persona que se ha dedicado a cultivar y desarrollar muchas capacidades interiores y que dispone de una gran cantidad de recursos, tiene las herramientas necesarias para resolver adecuadamente los problemas que se le presenten. Algunos de los recursos básicos son:

  1. Capacidad para escuchar, para callar y para hablar cuando es necesario.
  2. Capacidad para dar y para recibir.
  3. Capacidad para trabajar intensa y concentradamente y capacidad para descansar adecuadamente.
  4. Capacidad para decir que sí y para decir que no, cuando sea adecuado.
  5. Capacidad para discernir, distinguir lo que está bien de lo que está mal, lo adecuado de lo inadecuado.
  6. Capacidad para ser paciente y también capacidad paras saber exigir cuando esto es lo justo.
  7. Capacidad para respetar los derechos del otro y también para exigir el respeto de los demás.
  8. Paciencia, mansedumbre y obediencia.
  9. Valor, determinación y coraje.
  10. Tolerancia, capacidad para ceder y también exigir y mantener cero tolerancia frente a lo intolerable.

¿Qué capacidades te hacer falta desarrollar? Busca buenos maestros que te ayuden a desarrollar tus capacidades. Todos los necesitamos.


Para profundizar en este tema, te sugerimos los siguientes cursos y conferencias:

  • Inteligencia emocional
  • La virtud de la prudencia
  • La virtud de la fortaleza
  • Para resolver problemas
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